jueves, 27 de febrero de 2014

Bicho malo pillé

Después de un mes despertándome con miedo a estar malo, por fin, el otro día me desperté y estaba malo. Yo que sé, después de leer tanto sobre los peligros sanitarios en la India, la "diarrea del viajero" y tal, yo ya había empezado a preocuparme y creer que me había equivocado de país o algo así. Pero el martes se me fueron del cuerpo la tontería junto con litros y litros de agua, y no daré más detalles al respecto.

No estaba malo cuando me desperté, más bien tuve una especie de premonición. Hice lo de otros días, pasear por el barrio, fijarme en detalles, ver lo que la gente hace. También me dediqué a planificar la continuación de mi ruta (no sé si os habréis dado cuenta pero he cambiado la entradilla del blog, he quitado el número 40...). Y durante todo el día tenía ese presentimiento o barruntamiento estomacal, como negra nube sobre mi ánimo. La cosa se desencadenó al anochecer, y no puedo dejar de maravillarme ante la feliz coincidencia de que precisamente me encontrase tomándome algo en una cafetería regentada por una chica catalana, con lo que ello implica: cuarto de baño tipo occidental, limpio y perfumado, y papel higiénico en abundancia. No es ninguna broma. No es que en ningún sitio haya papel, es que en la mayor parte de sitios ni siquiera hay cuarto de baño.

Así que, después del espectáculo ofrecido en la cafetería (tengo que volver, que se estaba muy a gusto), pero aún sintiéndome entero y confiado en mi metabolismo, cogí un rickshaw hacia casa. Craso error. El humo que se metía en la cabina, los volantazos y frenazos en seco, el claxon constante, echaron por tierra mi entereza y confianza. Pedí al rickshaw wala (así se les llama a los conductores) que me llevara a una farmacia cerca de casa. No sé en qué punto la comunicación falló, el caso es que me quiso dejar en la puerta de una ferretería en un callejón oscuro; refusé bajarme y le pedí que me llevara a casa. Una vez allí, y seguramente al ver que yo no tenía demasiada predisposición a discutir en ese momento, el muy HDP me cobró un pastón, más del doble de lo que sé que costaba el viaje. Vomité un poco en la calle y me arrepentí de no haberlo hecho dentro del rickshaw. Recorrí como un zombi los cien metros que me separaban de la casa y entré al salón cual espectro.

Gracias al cielo que vivo con una familia, que tendrán sus más y sus menos, como toda familia, pero cuidaron de mi como si de un hijo se tratara. Me acostaron en el sofá, fueron a la farmacia a por medicina, y la madre dio a masticar clavo y otras especias, que funcionaron como mano de santo para parar la vomitera. El resto de síntomas (pensad mal y acertareis) no había quien los parase. No podía ni siquiera beber un vaso de agua. Estos días estaba de visita la señora abuela, gordita, con cara de viejísima, seria, con su sari y su bindi, en un estado de perpetuo adormecimiento; cuando me vio entrar me preguntó "how is your health?", y no sé por qué se me ha quedado eso clavado en la memoria. Se fueron pronto a la cama y yo, después de mucha lucha conmigo mismo, conseguí dormirme.

Desperté sediento y dolorido pero mejor que el día anterior, y cada día he seguido mejorando. No he hecho gran cosa, he de decirlo, pues no quiero ir muy lejos de casa. He estado racionando y escondiendo el papel higiénico (¡recordad que la madre hizo desaparecer mi anterior rollo!); grata sorpresa fue ayer cuando vi que la madre encontró el rollo pero, lejos de tirarlo, lo hizo más accesible para mi, así que ya no hay motivo para esconderlo.

La dieta aconsejada es frutas, arroz y  yogur (y pollo y pescado; pero eso es difícil aquí dado que en Gujarat más de un 80% de la peña es vegetariana). Respecto al yogur, ayer me pedí un yogur en una tienda y los malditos le echaron pimienta (le echan pimienta a todo), por lo que terminarmelo fue todo un reto. Respecto al arroz, ah, destino cruel y bromista, ¿recordáis que os dije que en Junagadh se estaba cociendo una celebración importante? Se trataba de Shivratri, el cumpleaños del dios Shiva, aquél que desordena y destruye el Universo; lo celebran en todas partes, todo el mundo, en Ahmedabad también, y uno de los preceptos es que durante esos días NO SE COMA ARROZ. Así que, hala, a ver quién es el guapo que va a la tienda a por un paquetito de arroz y lo prepara a escondidas de mi madre adoptiva. Así que sigo adelante con el picante, la leche hervida y rehervida, y mil cosas más; mi dieta suave de de estos días esta siendo bastante más agresiva que la más agresiva de las dietas españolas (pero he leído por ahí que ésta es una enfermedad autolimitada, es decir, que una vez que te entra, no hay nada que hacer para empeorarla ni mejorarla, sólo el tiempo la soluciona).

El tema de la fruta merece mención aparte. Compré unas manzanas, kiwis, naranjas y papaya, y el tío hizo como que hacia cálculos mentales y me cobró un dineral. Total, que volví a casa y le comenté a la madre, como quien no quiere la cosa, que creía que el frutero me había timado. Comí plácidamente la fruta (excepto la papaya, a la que la madre le echó limón, sal, pimienta y pimentón; a las manzanas no la dejé acercarse). Al día siguiente la acompañé a hacer algunas compras, y al pasar junto al puesto de la fruta (que es un carrillo en la calle), la madre me dijo "espera un momento", y fue a encararse con el frutero, a decirle que por qué me había cobrado tanto dinero el día anterior; y el frutero me miraba con ojos asesinos, y yo pensaba que ya tenía un enemigo en Ahmedabad.

Así han sido, están siendo, los días de mi enfermedad. Ahora mismo son las 10 de la mañana y en breve me voy a aventurar a ir lejos de casa: a la estación de trenes, para ver si compro algún billete que el próximo lunes me lleve a otro sitio donde quién sabe qué sorpresas me esperarán. Por si las moscas llevaré conmigo un cargamento de papel higiénico. Cuando uno sale de casa en Ahmedabad, nunca sabe cuándo ni en qué condiciones llegará.

6 comentarios:

  1. Jajajajajajaj anda que si la abuela leyera este blog te iba a preguntar how is your mental health indefinidamente.......
    BUeno, no creo que la catalana quiera volver a verte por su bar.
    Es mas he oido que Indiansanityelefantity ( ministerio de sanidad indio) lo ha clausurado, por lo visto alguien echó algo corrosivo al inodoro. ( ...) (...).
    IYo si vas a Nepal dame un toke y me acerco. He dicho.
    Bueno te dejo que voy a comerme un mango frito , en adobo y con vinagreta.
    Escribe!

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  2. Ojú ricardo, que susto !! bueno si teb tenías que poner malo pues ya está ale así ya estas inmunizao pa lo que te queda. Ten cuidadito con todo,muchos besos!!

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  3. He estado unos días de turné por la Europa civilizada. Ni te cuento los cuartos de baño y la variedad de papeles que existen, iyo, que seguro que se te ha olvidado. Todavía recuerdo tus primeros pos, cuando decías que en todos lados había papel higiénico.

    Habrá que ver cómo le dejaste el cuarto de baño a la catalana. No te atrevas a aparecer por allí hasta pasados unos añitos, que esas cosas dejan memoria olfativa, que como bien sabes es la que más perdura.

    Lo que tenías que haber hecho es potar en el rikchou, macho,y ya de paso haberle dejado una buena boñiga al menda.
    (Oye, que turmano dice que se planta allí si vas al himalaya. Si vas, no le digas ná, iyo, que yastá bien con uno pa dar envidia. Lo que faltaba es el Migue por allí, restregando la movida)

    Y ahora, pa dónde vas?

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  4. Eleuterio, ahora no voi a ninguna parte, ace un rato iba del cuarto de baño a la cama, y un poco antes habia ido de la cama al cuarto de baño. Os mantendre informados cuando mi ruta se vuelva mas interesante.

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